Los cólicos, los problemas respiratorios, las dificultades para amamantar, los trastornos del sueño, las reacciones alérgicas y las infecciones crónicas a menudo se pueden atribuir al estrés del sistema nervioso.
Cuando un quiropráctico libera el estrés espinal del sistema nervioso, el poder curativo del cuerpo se desata y el cerebro se equilibra.
Los ajustes quiroprácticos infantiles son muy suaves y normalmente el bebé se calma con el ajuste.
El 65% del desarrollo neurológico del bebé ocurre durante el primer año de vida de su hijo. Por ello es imperativo que tu bebé tenga acceso a todas las oportunidades de optimizar el funcionamiento de su sistema nervioso durante este período crítico de su desarrollo.
Y cuando los niños crecen y adoptan malas posturas y hábitos. Pueden tener sus propios problemas que afectan a su columna vertebral y que debemos tratar cuanto antes mejor.