Sí, la quiropráctica es muy beneficiosa durante el embarazo para aliviar el dolor de espalda y mejorar la postura; ayuda a evitar que la pelvis quede desalineada, para favorecer la colocación del bebé y así facilitar el momento del parto. Asegúrate de informar a tu quiropráctico si estás embarazada para que adapte el tratamiento a tus necesidades.