La nutrición convencional generalmente se enfoca en el control de calorías, el seguimiento de dietas específicas y el tratamiento de enfermedades. Por otro lado, la nutrición integrativa busca equilibrar todos los aspectos de la vida del paciente, con un enfoque personalizado y preventivo, trabajando en la raíz de los problemas de salud a través de un estilo de vida saludable y el manejo del estrés.