La oxigenoterapia hiperbárica realiza un aumento del aporte de oxígeno a los tejidos. A través de la inhalación de oxígeno se consigue llevar más oxígeno a la sangre y las células aumentando la nutrición y regeneración de las mismas. De esta forma el oxígeno puede llegar a áreas más profundas del cuerpo; utilizar al máximo la capacidad de transporte de la sangre arterial; y con el aumento de la presión permitir que el oxígeno se disuelva y sature el plasma sanguíneo. Esto genera una amplia variedad de efectos fisiológicos, bioquímicos y celulares positivos. La oxigenoterapia mejora la habilidad innata del cuerpo para su reparación y regeneración.