La técnica terapéutica se aplica directamente sobre el sistema linfático con el objetivo de facilitar la circulación de la linfa. Para ello se aplican toques y masajes lentos, suaves y superficiales, que van a ayudar a depurar y desechar los líquidos celulares del organismo.
Estos masajes se aplican con una fuerza controlada y en las direcciones precisas según los ganglios: en la parte media de la espalda en dirección hacia la axila; la zona lumbar en dirección a la región inguinal; la zona superior y media del glúteo hacia la región inguinal.
Se trata de un masaje muy suave e indoloro, es relajante y muy agradable. Además, es muy beneficioso para nuestra salud ya que:
– Tiene un efecto relajante y anestésico porque activa el sistema nervioso parasimpático y ayuda a liberar sustancias analgésicas que reducen el dolor.
– Se estimulan los mecanismos inmunológicos del cuerpo.
– Ejerce una acción drenante por medio de la estimulación de los vasos linfáticos.