Siempre que quieras. Un masaje nos puede ayudar a relajarnos, a dormir mejor, a eliminar las tensiones habituales y a prevenir dolencias mayores.
Por otra parte, es muy importante no esperar y soportar el dolor aunque sea leve, ya que es un indicativo de que hay algo que no está bien. Si no se soluciona a tiempo, se puede agravar y resultará más larga la recuperación.