El embarazo es un tiempo de grandes cambios físicos, químicos y emocionales para las mujeres. El cuerpo, en aproximadamente 40 semanas, genera de 2 células humanas un ser humano completo. En esta era de grandes cambios, los físicos son quizás los más obvios. No hace falta decir que las madres han estado sintiendo los procesos químicos hormonales desde las primeras semanas, lo que lleva a los más que probables cambios de humor y otras olas emocionales/químicas.
El objetivo de la quiropráctica es, a través de un trabajo muy específico en la columna vertebral, la pelvis y el cráneo, permitir un funcionamiento perfecto del sistema nervioso durante este tiempo tan crucial. El sistema nervioso es responsable de dirigir todas las funciones del cuerpo, desde lo más básico hasta lo más complejo. Durante el complejo proceso de formar una nueva vida dentro sería muy interesante que el sistema nervioso trabajara en su máximo potencial.
COMO TE AYUDA LA QUIROPRÁCTICA DURANTE EL EMBARAZO
Durante el embarazo, el quiropráctico tiene que prestar especial atención a las estructuras sacras y pélvicas. La pelvis está formada por los ilíacos, isquiones, sacro y pubis, y a nivel lateral se articula con el fémur. Este conjunto de estructuras modificarán y adaptarán su posición durante el embarazo. Las estructuras óseas no son las únicas que modifican su posición, los tejidos blandos y las estructuras que los rodean se van a estirar, y unos de los más importantes son los ligamentos.
El útero mantiene su posición gracias a diferentes ligamentos. Uno de ellos está íntimamente relacionado con el sacro: el ligamento útero-sacro. Una distorsión del sacro afecta directamente a este ligamento. Otros ligamentos que son especialmente interesantes en este momento, son los ligamentos redondos. Son dos y están en el lado anterior del útero, uno a cada lado. Lo idóneo es que ambos mantengan el mismo tono o tensión.
Durante el embarazo, el quiropráctico, además de cuidar la alineación de la columna vertebral y la pelvis, es responsable de ajustar la posición del sacro, de modo que todas las estructuras que se insertan en esta área sean estables. Así como el pubis, de modo que la parte anterior de la pelvis esté equilibrada y garantice la tensión homogénea de los diferentes tejidos blandos, como los ligamentos redondos antes mencionados.
El abdomen en general en el embarazo no solo crece, sino que cambia completamente la posición de los órganos que contiene para dar paso al bebé que crece dentro de él. Cuanto mejor sea la función de estos órganos, a pesar de haber cambiado de posición, mejor será para la futura mamá. Como es el sistema nervioso el principal responsable de que los órganos funcionen correctamente, tiene aún más sentido ajustar toda la columna vertebral de las mujeres embarazadas. Eso es lo que sugiere el plan de tratamiento quiropráctico.
El embarazo es un periodo en el que es común que las mujeres experimenten dolor de espalda. Los estudios muestran que entre el 50 y el 80% (1) (2) de las mujeres embarazadas sufren de dolor de espalda en la zona lumbar durante su embarazo. El uso de la quiropráctica durante el embarazo es relativamente común pero no generalizado, ya que las personas necesitan más conocimiento y conciencia de lo que la quiropráctica puede hacer por cada miembro de la familia en todas las etapas de su vida.
Referencias:
Berg G, Hammar M, Moller-Nielsen J, Linden U, Thorblad J. Low back pain during pregnancy. Obstet Gynecol 1988;71:71-5.
Perkins J, Hammer RL, Loubert PV. Identification and management of pregnancy-related low back pain. J Nurs Midwifery 1998;43:331-40.
