La maderoterapia es una técnica de masaje que utiliza instrumentos de madera especialmente diseñados para moldear y tonificar diferentes partes del cuerpo. Estos instrumentos, que pueden variar en forma y tamaño según la zona a tratar, se emplean para realizar movimientos de presión, fricción y amasado sobre la piel.
La maderoterapia puede aplicarse a diferentes partes del cuerpo, principalmente en las zonas de flancos, brazos, piernas y abdomen.
A través de diversos movimientos enérgicos de rodado, presión y deslizamiento con instrumentos de madera de diversas formas, se tonifica y reafirma la piel del cuerpo.
En Blue Zone Wellness disponemos de diversas terapias complementarias para mejorar el cuidado de tu piel y de tu salud.
Puedes complementar tu sesión de maderoterapia con una sesión de radiofrecuencia Indiba, o una sesión de luz roja Platinum Led Biomax. La luz roja ayuda a reducir las arrugas, la flacidez y aumenta la producción de colágeno para una piel más firme y elástica.
Gracias a la maderoterapia podemos obtener efectos beneficiosos como: reducir la grasa localizada y la celulitis, aumentar la circulación linfática, tonificar y reafirmar la piel, estimular la producción de elastina y colágeno, equilibrar nuestra energía y mejorar nuestro bienestar.
Se inicia con un suave masaje con crema o aceite para preparar la piel, y movilizar la grasa acumulada. Seguidamente se efectúan y se combinan diversos movimientos con instrumentos de madera específicos: amasado, rodado, presión, deslizamientos de diversa intensidad, giros, o percusión. Utilizaremos tanto cremas como aceites específicos para conseguir reducir la grasa y conseguir un efecto más liso y uniforme de la piel.
Algunos movimientos pueden ser intensos y en función del estado de tu piel puedes notar alguna molestia, pero la especialista se adaptará a tus sensaciones para lograr que disfrutes de la sesión obteniendo los mejores resultados.
Desde la primera sesión vas a notar una diferencia. Como en todos los casos, el número de sesiones dependerá del estado de tu piel y de tu estilo y ritmo de vida. Idealmente una o dos sesiones o por semana por uno o dos meses sería aconsejable, y luego puedes hacer sesiones de mantenimiento cada dos o tres semanas.